Tiempo de ‘grueros’ y ‘gondoleros’
Anoche, Sueca-Literato Azorín plantó su elemento central, el troglodita con el cerdo. Vicente Llácer va deprisa. Y la falla municipal empieza también a preparar su base central.
Son días en los que intervienen dos oficios especializados. Grúas y góndolas son necesarias para transportar y subir las piezas. Los «gondoleros» no transitan precisamente por canales venecianos, sino por las calles de la ciudad desde los polígonos en los que se realizan las fallas. Es una labor de mucha responsabilidad porque la caída de cualquier elemento en un mal giro puede ser muy grave. Y las grúas son básicas a la hora de ir ensamblando cada elemento. Ayer, los profesionales de este ramo que plantan desde hace años en Na Jordana reconocen la resaponsabilidad del trabajo. «Es que es un trabajo muy específico y de muy pocos días al año». Tras pasar los meses trabajando con fachadas, farolas o cualquier otro elemento de mobiliario urbano, toca izar las piezas de madera y corcho, «guiar los vehículos, coordinarse bien con el compañero que está en la cabina. Tiene mucha responsabiliad». Es un gasto ineludible en el contrato (el célebre «transporte y grúa incluido»). Ahora mismo, en sus manos está la feliz finalización de un proceso de izado y ensamblaje que se amoldará a la amenaza de lluvia del próximo lunes, pero que ha comenzado ya de forma inexorable.